Volvemos a dar señales de vida. Hemos estado dos semanas de vacaciones, y hemos pasado algunos días en la provincia de Jaén viendo algunas cosas que vamos a preparar para vosotros, pero de eso ya hablaremos más adelante.
«Bicheando» por YouTube hemos dado con este tema que nos ha encantado. Sobre todo, lo que nos ha llamado la atención es que se haya conseguido combinar el flamenco tradicional con ritmos latinos, añadiendo una pizca de hip hop. El video también está muy chulo. Se ha utilizado como localización un típico cortijo andaluz, donde la cámara va pasando de habitación en habitación, y nos va descubriendo poco a poco lo que sucede en cada una de ellas.
Si os parece, vemos primero el video y luego comentamos algunas cosas:
Los personajes principales son -aparte de un gran número de músicos y «extras» bailando- Alba Molina, Tomás de Perrate y Andreas Lutz.
Alba Molina (Sevilla) es hija de Manuel Molina y Lole Montoya. Lleva el arte y el duende de sus padres en la sangre y aparte de ser una flamenca de pura cepa, también ha demostrado ser una «monstrua» en otros estilos, tanto en solitario, como en grupos, p.ej. con Las Niñas o Tucara (junto a Andreas Lutz).
Tomás de Perrate (Utrera) es hijo de Perrate de Utrera. Aunque su padre fue un admirado cantaor, a Tomás Fernández Soto -como se llama de verdad- le iban más los ritmos modernos. Antes de ser «descubierto», fue durante muchos años peluquero en su pueblo natal.
Andreas Lutz (Thun/Suiza) es un personaje muy peculiar, artista «embrutessío», con mucho arte. En su web se denomina «Trianero Suizo» y eso ya dice mucho de él. Es vocalista y cofundador del grupo O´Funkillo y todo un referente en la escena musical andaluza. Os recomendamos verlo en directo, no tiene desperdicio.
Lo que nos ofrece Tomás de Perrate son unos «Tangos del Piyayo», aunque los que entienden de estas cosas prefieren que se les llame «Cantes del Piyayo», porque se considera un estilo flamenco propio, independiente de los tangos. Rafael Flores Nieto, El Piyayo, fue un personaje muy conocido en Málaga que vivió allí durante la segunda mitad del S. XIX y la primera mitad del S. XX, gitano, cantaor y guitarrista. Parece ser que pasó alguna parte de su vida en Cuba (probablemente durante la Guerra de Cuba) y al volver a su tierra natal, supo añadir el son y el ritmo que trajo del otro lado del mundo al flamenco más tradicional, creando así este género tan particular. Por cierto: La foto de arriba es una caricatura de El Piyayo, dibujada en unos azulejos que se encuentra en el centro de Málaga. Os invitamos a que la busquéis y nos comentéis algo, cuando hayáis dado con ella.
No nos cansamos de ver el video. Enhorabuena por haber sabido fusionar los distintos estilos tan variados. ¡Es que en nuestra tierra hay «musssho arte»!